jueves, 20 de febrero de 2014

PERDÓNENSE UNOS A OTROS


Este es un mandamiento del Señor hacia su pueblo, a aquel pueblo que redimió con su sangre preciosa. Todos los hijos de Dios están obligados a cumplir este mandamiento.

El ser bueno con otra persona implica que si es necesario proveer de algún bien material a mi prójimo para cubrir una necesidad debo hacerlo, debemos aprender a desprendernos de cosas materiales que no nos servirán para la eternidad, sin embargo, para muchos de nosotros es muy difícil hacerlo, porque tenemos muy arraigados a nosotros las riquezas o los bienes materiales que poseemos.

Nos manda ser misericordiosos, es decir, no pagar mal por mal a nadie y si alguien nos debe dinero y no puede pagarnos, nuestro deber es hacer misericordia con esas personas.

El Señor recurre a lo que el hizo por nosotros para enseñarnos de que manera debemos perdonar
a los demás; no importa cuantas veces nos hayan herido, o cuantas veces nos hayan fallado, el Señor dice que así como él perdonó nuestra inmundicia y nos limpió; así también, nosotros debemos hacer con los que requieren de nuestro perdón.

EL JUICIO DE DIOS ES JUSTO


Llegará el día en que Dios juzgará a todos los hombres por sus obras.
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 
Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
Apocalipsis 20:11,12


El Señor juzgará con justicia a todos los hombres por sus hechos sean buenos o sean malos, las obras de todos los seres humanos están escritas en libro de Dios, un día se abrirá ese libro y nadie podrá escapar de sus obras hechas en vida porque estaremos de pie ante Dios.

Sin embargo existe otro libro que es el libro de la vida, en el cual están escritos los nombres de todos los que en la tierra, recibieron el amor de la verdad para ser salvos y vivir eternamente en la gloria de Dios. Estos son los que Dios apartó para salvación, los que el escogió según el puro afecto de su voluntad, los que el salvó por medio de la muerte de su hijo Jesucristo en la cruz del calvario. De antemano fue preparada su salvación por Dios porque así le plació, así los amó y así los escogió. 
En la soberanía absoluta de Dios, él apartó a unos para salvación eterna y dejó de lado a otros.

LA BIBLIA, UN LIBRO PERFECTO


La única fuente de revelación confiable es la Palabra escrita de Dios.
Les haría bien a todas las personas investigarla para poder encontrar los tesoros que Dios a escondido en ella, es una fuente inagotable de sabiduría y de conocimiento, una fuente que puede refrescar hasta el más candente de los corazones, una fuente que puede regar y hacer reverdecer hasta el más árido corazón.
La Palabra de Dios es el libro perfecto, que nunca jamás se ha escrito y nunca jamás se escribirá un libro como este; su autor es perfecto por eso su libro es perfecto.

LOS FALSOS PODERES

La proliferación de evangelios falsos en nuestra época, ha desatado una serie de palabras, pensamientos, filosofías y doctrinas que a la luz de la Palabra de Dios son contrarias a sus enseñanzas, en donde el predicador o pensador intenta exaltar y satisfacer su propio ego utilizando a la psicología para engañar a las personas apelando a sus sentimientos, haciéndolos caer en un razonamiento falso en cuanto a las verdades de Dios.
 

NOMBRE SOBRE TODO NOMBRE

Es de vital importancia que cuando nos referimos a Dios, a Jesucristo y al Espíritu Santo en cualquier escritura que hagamos, tengamos que escribir su nombre con mayúscula la primera letra.
En toda la Biblia lo encontramos escrito así.