1 Pedro 3:7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.
La orden de Dios para todo hombre es que éste debe tratar con suma delicadeza a su esposa o mujer.
Lamentablemente desde todos los tiempos la mujer ha venido siendo maltratada en todos los aspectos, hasta causarle la muerte a muchas de ellas. Esto sucede porque el hombre no conoce a Dios, no tiene en cuenta a Dios, y no quiere conocer a Dios y por ende no existe ni amor, ni temor de Dios en su corazón.
Asimismo la propia mujer a contribuido a este maltrato contra si misma, porque ha callado y sigue callando los abusos que se cometen contra ella.
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