miércoles, 13 de noviembre de 2013


Ya no es un edificio, o una casa, o un lugar especial construido con la finalidad de adorar a Dios. 
El templo de Dios o el lugar donde actualmente habita Dios aquí en la tierra, es el corazón de cada una de las personas que han depositado su confianza en Jesucristo para ser salvos, los cuales todos en conjunto son llamados por Dios mismo la Iglesia. Gálatas 4:6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
Por esta razón es que el creyente debe cuidar su cuerpo porque no le pertenece, es un cuerpo santo, porque mora el Espíritu de Dios; o sea, Dios mismo.
No debemos hacer nada que pueda dañar el cuerpo, y aún inclusive deberíamos cuidar hasta lo que comemos, hacemos o bebemos.
En la Biblia no encontramos por ejemplo, que no se debe fumar, pero sabemos sabemos por la ciencia médica que fumar malogra los pulmones y hasta da cáncer, y lo que es peor las personas muchas veces mueren por cáncer y eso significa que si es un cristiano y fuma y se enferma, entonces está destruyendo el templo de Dios.  









No hay comentarios: